Cómo me gustaba la revista Ardi. Entre mediados de los ochenta y principios de los noventa la expresión máxima de modernidad y tendencias según mi saber y entender de aquella época estaba en las páginas de Ardi. Buscando data en internet acerca de esta revista, encuentro un reportaje a Juli Capella, su director, donde comenta lo siguiente: “Ardi tenía la frescura que le da el atrevimiento que tienes cuando eres muy joven. Ahora no la haría así, más bien no sabría cómo hacer una revista de diseño. Es que a esa edad no le tienes miedo a nada. Si algo me gustaba, pues lo publicaba y lo hacía a mi manera y entonces el resultado era algo muy original. En una charla, Ricardo Blanco ha estado muy simpático y ha dicho algo que me ha hecho mucha ilusión: dijo que era la primera revista que editaba el diseño en unas coordenadas más latinas. Pero en realidad era muy naif, tanto que solo publicábamos lo que nos enterábamos y lo que nos gustaba. Era muy poco rigurosa en ese sentido pero era una búsqueda. La idea era mostrar aquello que te entusiasmaba; como cuando descubres una película que te gusta y se lo vas contando a todos. Con ese entusiasmo te vuelves un divulgador muy convencido. Lo mejor que tenía era la mezcla de arquitectura, diseño, moda, interiorismo, arte que incluso Domus no hacía. En esa época ellos más bien publicaban arquitectura y a veces sacaban algún número de diseño”. Lo que me resulta interesante de esta cita es el hecho de mostrar lo que a ellos les interesaba y entusiasmaba, lo que en definitiva les era relevante. Es justamente eso lo que pretendemos hacer en este sitio.