A juzgar por la tapa este libro bien podría ser un manual práctico de ataque y defensa sin armas para agentes y espías durante la guerra fría. La edición es de 1969 y me atrevo a decir que la ilustración de tapa (que firma Matesanz) fue actualizada a los tiempos de la impresión, dado que las del interior parecen algo más antiguas.
Como es habitual en estos textos la abundante cantidad de frases de colección y las ilustraciones, toscas e imprecisas en su totalidad, le confieren el halo de libro de culto. Nótese que el jiu-jitsu se practica de elegante etiqueta. Mientras que el noble practicante luce sombrero, el atormentado oponente lleva gorra propia de un rufián, malechor, caco o criminal de barrios bajos.