Esta estampilla –oda al modernismo positivista y la buena vida– corresponde a una serie de nueve motivos con los que se rendía homenaje al pabellón de exposiciones de Bucarest.
Construido en 1961 en auténtico estilo sovietista, es decir, grande y tosco, fue inaugurado oficialmente en 1962 y al día de hoy se lo sigue utilizando como centro de exposiciones y espectáculos. Un poco de historia (en rumano) pueden encontrarla aquí. Un dato curioso: al poco tiempo de ser inaugurado la nieve se acumuló sobre la cúpula que corona al pabellón y debido a su peso y a la dudosa calidad constructiva ésta se desplomó. Ni cortos ni perezosos los rumanos trabajaron contra reloj para reconstruirla y poder tener el edificio nuevamente operativo en 1964 con motivo de celebrar los veinte años del triunfo sobre el fascismo.
Hecha la introducción pasemos al análisis de la pieza gráfica en cuestión. La autoría se le adjudica a tres personas que por lo visto trabajaron en conjunto en la realización de la serie. Ellos son los ignotos Adrian Lucaci, Ilie Schön y Radu Veluda. Intrigado por conocer sus historias comienzo a buscar información en la supercarretera informática que para este caso en particular es más bien como andar por caminos rurales atravesando la nada misma. Nada he encontrado más que escasas referencias a esta serie de estampillas y otras que han diseñado. Además, el tiempo que estos tres individuos trabajaron en la realización de sellos postales para la República Popular Rumana fue muy breve: de 1962 a 1963.
Me pregunto si el mobiliario, la lámpara de pie y el florero representados realmente formaban parte de la cultura rumana durante su etapa comunista. ¿Contaba el pueblo de la popular república con tan modernos elementos de diseño o eran producto de la nutrida imaginación de Lucaci, Schön y Veluda? ¿Se trataba acaso de un estilo soviet chic?
La Rumania de entreguerras conoció el estilo modernista bauhausiano y Haralamb Georgescu (arquitecto rumano que emigró a Estados Unidos en 1947) se encargó de plantar algunos ejemplos de dicha arquitectura en Bucarest y otras ciudades de Rumania. En Estados Unidos realizó gran cantidad de obras, muchas de ellas casas en estilo californiano. La casa Pasinetti de 1958 es quizás una de las más representativas.
Con estos antecedentes no sería de extrañar que el trío diseñador de los sellos haya decidido plasmar un interior moderno para comunicarle a Georgescu –cuando recibiera cartas de su Rumania natal– lo bien que se la estaban pasando junto a sus camaradas. Nótese además que el ambiente representado carece de ventanas o puertas ya que el exterior les estaba vedado.
El resto de las estampillas de la serie muestra diferentes objetos relacionados con la producción industrial: un caballito de juguete junto a un florero; una lata de sardinas, una botella y un frasco de conservas; botellitas con sustancias químicas; una tetera, una taza y otro florero; una cartera, una valija y un guante; una mujer extendiendo un rollo de tela; una radio, una lámpara de escritorio y un refrigerador y, por último, una máquina de coser de marca Ileana junto a dos cacerolas y una espumadera. Vanagloriarse de la industria era, para el Partido, de suma importancia sin embargo no se hace mención a la industria gráfica, tal vez por lo endeble de esta en aquella época.
La impresión de la estampilla es poco esmerada y en el mejor de los casos un sentido homenaje a la falta de registro. Son estos detalles y el estilo de las ilustraciones por lo que me resulta deliciosamente atractiva.
Como arquitecto y diseñador el pequeño sello rumano evoca en mucho mis gustos y me lleva a pensar que a otros les ocurrirá lo mismo, es por eso que decidí redibujarlo y hacer de él un póster que os garantizo se lleva de maravillas con las paredes de estudios y casas de diseñadores.
- Fuentes Pavilionul Expozitiei Realizarilor Economiei Nationale – EREN, Piata Presei Libere 1964. Lucaci, Adrian. Schón, Ilie. Veluda, Radu. Druktechnische Filatelie / Postage Stamp production methods: RoemeniÎ. Haralamb Georgescu. Haralamb Georgescu’s midcentury Pasinetti house renovated – LA Times.