El idiota de los boletos

Desde pibe junté boletos de colectivo con una pasión que para muchos era excesiva, por eso en el barrio me conocían como el idiota de los boletos. El destino hizo que la colección se perdiera entre mudanzas y mala vida. El progreso acabó con los boletos de colectivo y ahora solo me queda la fútil tarea de recrearlos uno a uno hasta rehacer mi añorada colección.

La ultrabomba

Un empresario inescrupuloso, un rey inútil, un militar insubordinado y un pueblo víctima de las circunstancias (cualesquiera que ellas sean) son los personajes de esta historia. Más allá de todas las connotaciones político/ sociales que se le puedan adjudicar lo que a mí más me gusta de este libro son las ilustraciones de I. Sedazzari, tan bonitas que hasta uno se encariña con el cretino de patrón Palanca. El libro es de la editorial Rompan filas del año 1974. Su vigencia, mientras el mundo no cambie demasiado, es eterna.